Cd. Ixtepec Oaxaca, a 30 de noviembre
Una noche de reggae, buen reggae, con una mala organización y nada de ambientalismo, por parte de los organizadores, nunca se escucho una plegaria por cuidar a la Madre Tierra, lo que vi fue un buen negocio privatizando lo que la naturaleza nos da o dicho de mejor manera, lo que le quitamos a la naturaleza.
A las cinco de la tarde del sábado 29 de noviembre, ya estaba entusiasmado y preocupado, por que mi compañero no se había preparado lo suficiente y lo mas seguro es que me iba a dejar solo en este festival por la ecología impregnado de reggae y sus complicaciones.
La lluvia amenazaba con desmantelar el escenario, pero no fue suficiente para detener el entusiasmo por disfrutar de un buen concierto a orilla de la playa, camino al objetivo, de la maleza salen los rastas y los amantes de la música jamaiquina, con el mismo destino que el mío y ya mas adelantados, lo que veo mientras me acerco al puerto es alentador, los jóvenes se movilizan, como lo pedían los carteles y los volantes publicitarios “apoya este concierto para seguir realizando eventos de calidad musical 100% seguros”, en pocas palabras asistan, por que quien sabe cuando pase de nuevo.
Mi poco conocimiento del lugar me hizo acercarme una vendedora (donde aproveche para mitigar mis ganas de un cigarrillo) solo para orientarme y no perderme pregunte como llegar a playa abierta, gentilmente recibí una respuesta descriptiva y asertiva, un taxi vasto para estar en la cola que me haría entrar a al concierto, comenzamos a sentir la mala organización de este, pues eran la nueve de la noche y la cola aun no se movía, es cansado y molesto estar detrás y delante de personas que solo están empujando y chiflando por la inconformidad, y como siempre no faltan lo fresas que por que creen que sus papas son personajes públicos no se van a formar y se adelantan, sin voltear a ver a nadie hasta el principio de la cola y hablar con los de la entrada y como pasa en cualquier lugar de México la rechiflas no se hizo esperar y por ende los de la entrada los dejaron pasar sin haber estado en la cola, también eso sucede en cualquier lugar de México, pero ese no es asunto a tratar, ese puede ser tema de otra ensayito.
La revisión de rutina, y estamos del otro lado, mi sorpresa fue la poca gente que había adentro y pensé “maldito reggeton, enamoras a los pocos que gustan de la buena musica”, en fin bajo a la playa, la retórica de esas olas me hacen sonreír y comenzamos a preparar la cámara para llenarla de imágenes…, y para no hacérselas larga, dieron las once y aun nos tenia escuchando un disco, que no prendía a nadie de los que ya estábamos desesperados por que este evento comenzara, después del hallazgo del precio de las cervezas, pero uno paga lo que sea ya enfiestado, aunque la cerveza no era el elemento mas importante esta noche.
Comienza el “Eco fest 2008” el primero de muchos (esperemos) en Salina Cruz Oaxaca, se sube al escenario Tercera Raíz” una banda de la capital del estado, con buen sonido y buena propuesta, con sonido a rock sureño muy peculiar, tocaron solo tres rolas y se despidieron, el turno es de los chamanes, sinceramente no soy muy fan de la musica pregrabada, entonces estos tres tipos con micrófono en mano comienzan con esta dinámica, pero funcionó, lograron prender a los que poco a poco se prendían solos sobre la arena, terminan su actuación y tardan uno minutos en checar audio y comienza “Antidoping”, con sus rolas aun mas prendidas y amantes de Bob Marley, comienzan a brincar a cantar y a moverse en un vaivén al ritmo de las olas que ya comenzaba a agitarse con el comienzo de la buena musica, con los actores principales, miradas al cielo rojo que nos cubría con un brisa saladita y un viento que revolvía olores con un nombre sencillo, pero delatador…”salta Alto”, “brilla”, lejos de casa” hicieron que cada uno de los seres que observaban el escenario se aislara y tomara la mano del reggae se subiera en una balsa y se meneara al ritmo del océano…
Las personas con la esa sonrisa en la cara que te hace pensar que todo esta bien, se despejaban, mientras antidoping bajaba del escenario y se tomaban fotos atrás del escenario, mientras los ingenieros de audio preparaban el equipo de la banda que cerraba el festival, la banda chilena que parte de Istmo fue a ver, a escuchar y a disfrutar, Godwana señores…
Entre gritos y saludos la musica de Godwana entra por los cientos de orejas que ansiosos ya estaba esperando por el ultimo viaje, para dar por terminada la noche sin desperdiciar ningún segundo de lo quedaba de mar, de noche, y de lo demás, la multitud canto, bailaba slam, mientras otros compartían sus labios, todo era influenciado por el reggae, el cansancio de hacer cola, de estar de pie había valido la pena, esta en medio de la multitud, como si yo hubiera fumado todo aquello, compartiendo la algarabía que se transmite por los poros cuando estas rodeado y frente de un escenario multicolor, “armonía de amor”, “mi princesa”, “verde, amarillo y rojo” de las canciones mas esperadas sonaron y de la boca del hombre, pidiéndole perdón al planeta por lo desagradables que somos, con su vientre, con sus senos, con su vulva.
El “Eco fest 2008” en Salina Cruz, no hizo vibrar y convivir con el mar y pasivo enojo, musicalmente muchos salimos contentos, con la organización cansados, esperemos que en los próximos estos detalles se afine y que en realidad sea un evento altruista, un evento que comparta esta idea de cuidar el planeta tierra y sus aguas, que no sea un pretexto para alcoholizar a la juventud y llenar bolsillos, cuidemos verdaderamente nuestro enorme hogar, cantémosle a ella a nuestra madre tierra