Nunca ha venido a cuento la postura del Ejército Zapatista de Liberación Nacional como en el momento que ahora nos encontramos. No es un secreto que el actual sistema económico dominante ha traído sufrimiento, dolor y pena entre la mayoría de los habitantes del planeta; de la mano con el enriquecimiento de unas cuantas familias, la degradación social ha incrementado su avance, dejando en el camino vidas, ecosistemas, lenguas y métodos de conocer y entender el mundo.

Es precisamente con el capitalismo que las sociedades han mantenido una penosa búsqueda por la subsistencia, lo que implica la fragmentación de las familias y la invasión de baratijas que encuentran en un mercado plagado de insatisfacciones el lugar ideal para su propagación. Detrás de esos productos se esconde una gama indecible de estructuras feudales que torturan y esclavizan a niños, ancianos, mujeres y hombres.

Son estos mecanismos de hurto y despojo; de explotación y represión; de odio y desdén; los que han permeado el accionar de las sociedades contemporáneas; en el reciente Festival Mundial de la Digna Rabia, organizado por el EZLN, académicos de distintos países se dieron a la tarea de analizar el retroceso que la humanidad ha experimentado desde la conformación del capitalismo y el obsceno avance de un sistemas que, desde su génesis, mostró el veneno que incubaba en su interior.

Ahora que el mundo detiene su “marcha” a un supuesto progreso, la duda acerca de la viabilidad de capitalismo sale de nueva cuenta a flote. Las lesiones a los territorios y a las sociedades mantienen vigente, hoy más que nunca, la idea de que hace falta un alto en el camino; los ladrones de las identidades nacionales devienen en enemigo público número uno de cada pueblo, y la lucha contra las imposturas mediáticas se transforma en operación irrenunciable. La organización social como mecanismo último y legitimo de la defensa de lo nuestro.

Las ciudades de todo el mundo son testigos de gobiernos que han decidido aglomerar grandes construcciones, enormes puentes y túneles salidos de filmes de ciencia ficción que defiendan el actual sistema. Ciudades de progreso habitadas por ciudadanos (¿?) carentes de métodos legales para un pleno desarrollo de la vida humana; el tiempo de ocio perdido en el océano de responsabilidades y las actividades ilícitas en el mejor de sus caldos de cultivo.

Este es apenas un mínimo balance de del muy valioso y valiente esfuerzo del EZLN con su Digna Rabia y de sus cultos, cultísimos participantes. De ellos recupero sólo algunas citas:

“El dogma del crecimiento económico antisocial ha rebasado los límites naturales”. Pierre Luigi Sullo, periodista italiano.

“Aunque los movimientos sociales globales son un camino que están por construirse, lo importante es propalar que el neoliberalismo no es alternativa”. Jaime Pastor Verdú, doctor en ciencia política por la Universidad Complutense de Madrid.

“Una nueva mentira se vende a la población como historia: la mentira de la derrota de la esperanza y la dignidad”. Fahadj Salimi, del Centro Iraní de de Defensores del Derecho del Obrero.