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Después de todos estos festejos de fin de año y para cerrar el seis de enero con la partida de la rosca de Reyes, es cuando nos entra la pena moral y además el remordimiento de los propósitos de año nuevo y nos vemos obligados a querer bajar la panza o por lo menos ese gordito que no es mucho pero como nos avergüenza.

Cuando estamos en los últimos segundos del año pensamos nuestras metas que cumpliremos el próximo año, de hecho mucha gente mal entiende eso de las 12 uvas y se quieren comer una por campanada y gracias a eso ya se han atragantado más de uno, pero en ese momento uno piensa, quiero amor, quiero dinero, quiero salud, pero sin duda alguna de los que más se repiten es el de quiero hacer ejercicio, ya sea por que estén gorditos, gorditas o simplemente por vanidad.

Es por esto que arrancamos firmemente con la plena y total decisión de acudir al gimnasio y lo mejor de todo es que lo logramos, con todo y nuestra flojera encima, con todas nuestras ocupaciones y sobre todo el tener que pararnos más temprano para llegar a ejercitarnos antes del trabajo o la escuela o en su defecto ir en la noche después de estar agotados de las actividades del día.

Empezamos a tomar una rutina diaria, acondicionamiento y tratamos de exigirnos un poco más, el problema es el tiempo que después del primer mes, ya una vez entrando febrero, los tamalitos y esas cosas es cuando nos salen compromisos y decimos, bueno hoy no voy al gym pero mañana lo recupero y poco a poco salen más y más cosas hasta que llega un punto que dice para que pago si ni estoy viniendo y dejamos de ir.

Si alguna vez te has visto en este problema, no te preocupes no es que seas un haragán o floja, simplemente que no es fácil acostumbrarse al ejercicio, cuando nuestras actividades son de estar sentados frente a una computadora y que la única activad física que realizas en tu trabajo es ir a la tienda o salirte a fumar un cigarro, así que para estos casos yo lo que les recomiendo es que mejor tomen una actividad física pero de su agrado, ya sea futbol, básquetbol o para las chicas que prefieren algo más de baile pueden entrar a clases de zumba o de danza y eso les ayudará más con sus propósitos.

El sobre peso es ya una alerta roja en nuestro país, ya que más del 70 por ciento de la población mexicana padece sobrepeso y obesidad, por lo cual ya se convirtió en uno de los retos para el futuro inmediato del sector Salud, debido a las enfermedades crónico-degenerativas que provoca.

Es por esto que hasta el seguro social hizo una campaña llamada “Por un millón de kilos” y la meta precisamente era esa que todos los mexicanos bajaran de peso y que al final México pesara un millón de kilos menos, esto se cumplió y se hizo general que en muchos trabajos metieran clases de lo que fuera que represente una actividad física, ya sea bailar o aeróbics pero la cuestión es que en algún momento del día dejes de hacer lo que estés haciendo para activarte.

Todos sabemos que el ejercicio agiliza la mente, así que de pronto cuando estés en tu oficina, levántate y ponte a bailar o unas lagartijas o lo que te guste hacer, los más probable es que todos te miraran con cara de que estas loco pero te aseguro que eso te va hacer sentir mucho mejor y podrás tener una sonrisa en la cara, además de que serás más productivo que el resto de tus compañeros.