¿Seguirá el voto duro con el PRI?
| ¿Seguirá el voto duro con el PRI? |
| Escrito por Carlos GEMINIANO |
| Martes 06 de Enero de 2009 12:15 |
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Para este 2009, los ciudadanos vislumbran un ejercicio sufragista por demás complicado. Aunque decidirse por uno u otro partido nunca ha sido la causa de los insomnios civiles; pues el mejor vestido, el más guapo o “el que nos conviene”, siempre serán socorridos criterios de elección, la población electoralmente activa tendrá pocas referencias positivas para tomar su decisión.
A unos meses de los comicios, el reto es desentrañar los grandes aciertos que los partidos políticos han tenido y que les hacen merecedores de nuestra confianza. Llegará el momento de renovar la cámara de diputados y a los gobernadores de algunos estados, sin embargo, en la previa meditación del voto se suele acudir a una rápida evaluación de la “situación” nacional por encima de las propuestas, difícilmente estudiadas, de nuestros diputados o autoridades locales. Serán entonces las particulares situaciones económicas y la seguridad, los parámetros del votante, exponiéndose los candidatos a pagar por el carisma o la antipatía de las figuras más visibles de su partido. El Revolucionario Institucional goza como nunca del beneficio de la duda. A casi una década de no ostentar la titularidad del Poder Ejecutivo nacional la sociedad civil se pregunta si el repunte del crimen organizado se debe ligar directamente a la inexperiencia del PAN para abordar los asuntos que más mueven la sensibilidad colectiva, mientras se ocupa de montar una imagen de estabilidad económica. El gran acierto del PRI consiste en haberse fortalecido después de la tormenta, es cierto, pero ¿qué significa esto para el ciudadano?, ¿de qué le sirve?, no será de gran utilidad si solo se queda en una especie de argumento político orgulloso; muchos ciudadanos perciben que el principal interés del tricolor sigue siendo la silla presidencial, que no deja ni dejará de apuntar sus armas en esa dirección. El voto duro seguirá otorgando presidencias municipales, gubernaturas y escaños a los priístas, pero el partido estará a la deriva en la contienda presidencial, pues ésta, si el abstencionismo continúa imperando, podría decidirse a favor de las figuras mediáticas que aparecen de la nada y suelen llevarse todo. Los tricolores deben esforzarse por fincar un argumento político más firme. Para el partido en la presidencia el panorama es de lo más oscuro. Podría pensarse que ésta institución es la que más relumbra entre las opciones del votante, pues el posicionamiento de Felipe Calderón, su frontal ataque al crimen organizado y su actitud de concertación le siguen otorgando una calificación aprobatoria. Sin embargo, para estas elecciones intermedias, Acción Nacional sigue flotando sin rumbo; la poca participación que caracteriza a estos comicios no podrá ser superada por los efectos de las acciones presidenciales, sobre todo cuando la interpretación general no logra identificar si esa guerra contra el crimen se está ganando o perdiendo. Diremos del PRD que está forzado a un renacimiento, del que quizá empieza a dar señales con la reorganización de su estructura interna y sobre todo con el abandono de las posturas radicales que no han sido sino su tumba. Sus disputas al interior han dejado enorme desconfianza al electorado, ya no digamos al oaxaqueño. La izquierda seria, pensante y transformadora, que en alguna forma se delegaba al PRD, no existe en éste país. Este partido podrá empezar a soñar hasta que los tiempos presidenciales se acerquen, no antes. Por cierto, estas elecciones nos costarán unos 14 mil 76 millones de pesos, valdría la pena exigir a todos los actores políticos inmiscuidos que ofrezcan propuestas que justifiquen tal cantidad. |