Noches de Son
| Noches de Son |
| Escrito por Mario TORRES |
| Miércoles 14 de Enero de 2009 14:01 |
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¿Qué tienen en común Noel Nicola, Vicente Feliú, Sara González, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez y Sergio Vitier? Que todos pertenecen a la nueva trova cubana y juntos estuvieron este martes en la ciudad de México… al menos en esencia; casi oníricas, sus presencias contagiaron e invitaron a un viaje conjunto que le quitó el frío a una fría noche de un, aún, frío invierno.
Los años 60 y las calles isleñas dieron la bienvenida a viajantes nocturnos desprovistos de equipaje; un tres que le imprime el cubanismo a las percusiones, un puro que se niega a apagarse y una copa de ron que acompaña al sonero, elementos que se instalan para siempre en la memoria del espectador. A 50 años de la Revolución Cubana, el Centro Cultural José Martí de la Ciudad de México inició el ciclo de La Música en el Documental Cubano y La Música en el Cine Cubano de Ficción en el que durante los martes y viernes de enero se hará un viaje a la esencia misma de la música de la isla. Con títulos como Yo soy la Canción que Canto, Cuerda y Percusión, Llegó el Tresero, y La Última Controversia, el documentalismo cubano apela a la memoria y da vida a la música cubana para mantener la herencia, para seguir con la tradición de alimentar de música, vida y alegría a las nuevas generaciones de la revolucionaria isla, pero también del mundo entero. Breves pero completos, los documentales expuestos rastrean en los orígenes de la trova isleña, así como de los soneros y su repercusión en la música del ciudadano, de una nación y del orbe en general. Porque, ahí sí, a la música le importan poco las fronteras y los bloqueos. Entre canciones de protesta y la incomparable fiesta que se desprende del son, la noche se hizo cada vez más vieja, cada vez más cansada, porque las noches entre semana no tienen alma de parranderas. En el aire queda la voz del inconfundible Bola de Nieve que, con su lamento, nos recuerda la siguiente cita para los noctámbulos del viernes: una noche que, por cierto, sí cuenta con sangre de parrandera: ay amor si te llevas mi alma Llévate de mi también el dolor Lleva en ti todo mi desconsuelo Y también mi canción de sufrir Ay amor si me dejas la vida Déjame también el alma sentir Si sólo queda en mi dolor y vida Ay amor no me dejes vivir |